sábado, 14 de enero de 2012

El lenguaje de la música. I

Se dice a menudo que la música (o cualquier otro arte) es un lenguaje, pero no pensamos mucho qué significa eso. Significa que el arte significa. Todo lenguaje expresa algo, tiene significado. Pero ¿cómo puede la música (o cualquier otro arte) tener significado? ¿De qué manera vehicula el significado? ¿Qué (tipo de) significado puede portar?

Antes de discutir el problema directo de la significatividad del arte, voy a mencionar brevemente el asunto de la universalidad del lenguaje musical (o plástico, etc.). No me refiero solo a que la música sea un universal cultural. Quiero decir que hay universales musicales. Y es así necesariamente, porque esos universales son constitutivos de lo que es música, precisamente porque la música expresa o significa, y un lenguaje no puede ser arbitrario.

Todo el mundo reconocería, en principio, si un determinado canto puede o no ser una nana (y no un canto guerrero), o un lamento por un difunto (y no una celebración de la llegada de la primavera), o una canción de boda (y no una pieza cómica para niños), o una plegaria a los dioses (¿y no la banda sonora de un congreso ateo?) . A mi hija de tres años, que no ha estudiado música, cuando se pone a jugar con el teclado, le pido que “toque”, por ejemplo, una música alegre; una música triste; una música de primavera; una de duendes saltando por el bosque que de pronto se detienen asustados… Todo el mundo puede imaginar que lo que ella improvisa, es diferente en un caso y en otro, y expresa ciertos rasgos formales que, claramente, expresan algo similar a lo que le he pedido.
Por supuesto, ella ha oído música desde los cero años o antes, cuando estaba en el vientre materno y, según se sabe, ya se emocionaba con una canción alegre, o se calmaba con una canción tranquila. De manera que ha “sufrido” la influencia cultural concreta de sus padres. Ha oído escalas heptatónicas o pentatónicas, ha oído determinadas cadencias, etc. Pero esto tiene límites, como implica el mero hecho que acabo de mencionar. Cualquier niño, incluso en el vientre materno, reconoce algo como música, y como música tranquila, o música alegre, o triste. Si no tuviese la capacidad de reconocer algo como música, no podría aprender música. Se puede educar la capacidad musical, pero no se puede generar. El lenguaje, cualquier lenguaje, es esencialmente ingenerable. Es, solo, implementable.

La cosa es aquí como en todo lenguaje, por ejemplo, en el lenguaje “verbal”. Tenemos un lenguaje innato, completamente a priori (nuestro “programa”, según una conocida metáfora). Ese lenguaje es abstracto, es decir, puede ser materializado de diversas maneras, siempre que salven una relación de homeomorfismo. Uno aprende luego a hablar en chino o en castellano, pero no aprende a hablar. El lenguaje no podría aprenderse sin lenguaje.
Exactamente lo mismo pasa con la música, porque la música es parte del Lenguaje, uno de los aspectos o realizaciones del lenguaje en mayúsculas. Uno puede aprender a expresarse musicalmente en el sistema temperado occidental, o en una afinación “natural” en Baluchistán, o en el sistema de ragas de la India. Pero eso son diferentes realizaciones del mismo lenguaje abstracto, la música. Y hay unos universales musicales, como hay unos universales lingüistico-verbales. De la misma manera en que podemos traducir la lógica, la matemática y, con tiempo, cualquier cosa, desde el francés al chino, podemos entender como musical cualquier manifestación musical (o artística en general) de cualquier cultura.

Es más, esos universales estéticos no hay ninguna razón para rechazar que se dan también entre los animales (entre muchos de ellos), es decir, que (esos) animales tienen experiencias estéticas. No solo a un nivel básico son capaces de discriminar entre lo que sabe mal o bien, sino que, a niveles superiores, son perfectamente capaces de apreciar formas bellas. Hay pájaros que, para su cortejo, bailan después de montar un escenario con objetos vistosos. En muchas especies la selección ha favorecido rasgos cuya más evidente virtud es la belleza, es decir, la expresión de orden y armonía. La pretensión, habitual entre los aficionados a la divulgación científica débil, de reducir esto a algo “inferior” (el vulgar “no es más que… química”) es, además de una muestra de especismo (¡cuánto más coherentes son, en ese sentido, los que también intentan rebajar y desilusionar al propio hombre!), una muestra de ese espíritu suspicaz, envidioso y empobrecedor propio del oscurantismo ilustrado (que Nietzsche denunció en los moralistas ingleses -quienes parecen, dice, disfrutar encontrando que el hombre era mucho menos de lo que él se creía-, pero que el propio Nietzsche practicó en sus momentos más positivistas). Contra este hastiante discurso moderno yo personalmente casi no conservo ya la paciencia.

13 comentarios:

  1. Hay una famosa polémica entre músicos electrónicos de vanguardia, más concretamente Stockhausen, y músicos electrónicos de consumo, sin ir más lejos, Aphex Twin: a aquel le presentaron un poco de la música de éste y el Vanguardista acabó recomendándole más o menos que variara los patrones musicales y buscara seguir incrementando la complejidad rítmica de sus composiciones así como que no repitiera frases musicales de forma seguida porque daba sensación de tartamudeo, sino, y hasta entonces, lo suyo no era música sino como una droga para la audiencia.

    Aphex Twin le vino a decir que, llegado el momento, uno debe parar de hacer abstracciones y entender que los patrones aleatorios no sirven para ser bailados.

    Después de citar a los pájaros ligones como ejemplo de musicalidad primitiva, no sé a favor de quién estás en la polémica pero sospecho que estás con Aphex, ¿correcto? Te lo pregunto en serio y sin segundas, de veras y, obviamente, en términos de cómo concebir la música, es decir, no te pido que me escuches a ambos y me decidas quién es mejor, ojo.

    p.d: Qué triste el vídeo... ¡Esperaba un hollywodiense final feliz!

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    1. Lo cierto es que no estoy ni con Stockhausen (a quien voy a traer a colación en otra enbtrada, pro su polémica declaracion sobre las Torres Gemelas) ni con el músico electrónico. Estoy con Stockhausen en que la música simplona, por más "bailable" que sea, no es interesante. Ahora, la ruptura de patrones simples no implica la aleatoriedad o ruptura de todo patrón, que es lo que a veces se oye en Stockhausen y otros (a veces no). Yo te diría lo que dijo Heráclito: "la armonía no manifiesta, superior a la manifiesta". Un orden profundo y más estructurado (intensional, me gusta decir) es superior a un orden simplón, extensional, fácilmente reconocible. El mérito de estos pájaros es que tengan el mismo nivel estético que alguna música de baile electrónica. No sé si me he explicado.

      Tienes razón en lo del final .Quizá debería haber hecho una búsqueda que no acabase en tragedia, y que probase que el arte resulta irresistible (porque de las virtudes bailaoras del pájaro, no hay nada negativo que decir)

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    2. Juan Antonio,

      Comparto tu distanciamiento a ambos. Creo que era Heiedegger, ¿no?, quien distinguía entre cháchara y lenguaje: en un ascensor donde dos vecinos comentan cómo está el tiempo o en un bar donde una mujer es interrogada si estudia o trabaja, en puridad, no hay un proceso comunicativo, se informan ciertos datos, sí, pero básicamente lo que se hace es establecer un canal de comunicación, vamos, una función del lenguaje que los lingüistas han bautizado como fáctica, pues bien, cuando un pájaro baila un cortejo o Aphex Twin monta ritmos para el disfrute de una audiencia discotequera, a mi ver, ambos no haces sino dar al receptor de su mensaje lo que les está pidiendo pero con ligeros cambios en ciertas variables bien localizadas, o sea, que ahí sí acierta Stockhausen, en mi opinión, cuando afirma, digo, que esa música es pastillera, no obstante, donde yerra el músico experimental es en creer que la mera invención de nuevas estructuras sonoras audibles implica de suyo una resignificación de la música en tanto que, me temo, para entender cualquier fenómeno necesitamos poder seguirlo y para no esto no basta con tener una visible estructura formal sino que ésta esté institucionalizada (pero esto ya te lo explico mejor en el otro post del Arte de la Fuga donde defiendes que la innovación formal basta para la intelección)

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    3. Yo diría que el pájaro y Aphex Twin tienen menos nivel muscial que Bach o Stockhausen, no diría quen o hacen arte o que se venden al público (sobre todo, aunque te parezca paradójico, en el caso del pájaro: a ellos también les gusta).
      Coincido contigo en que donde yerra el músico experimental es en creer que la mera invención de nuevas estructuras sonoras audibles implica de suyo una resignificación de la música

      De todas maneras quiero advertir que yo me considero bastante poco apto para valorar correctamente la obra de Stockhausen. mi formación musical y mi entrega a la escucha atenta no me da para tanto (y no me creo, como otros, que cualquiera sabe de todo). Eso sí, puedo saber a priori que una obra muscial creada de manera puramente estocástica (lo cual, dicho sea de paso, ocurre tan poco como la democracia) no dará lugar a belleza salvo por una remotísima casualidad.

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  2. En los modelos sobre virtudes científicas que llevo elaborando muchos años, he llegado a la conclusión de que estas virtudes son básicamente dos: 1. la cantidad de información empíricamente confirmada que puede derivarse de una teoría (hipótesis, ley, modelo, etc.), y 2. la minimización del coste cognitivo que conlleva la aceptación de esa teoría (p.ej., lo fácil que resulta manejarla, y también lo que el hecho de aceptarla nos facilita el manejo de otros items de información); a este segundo punto le he llamado (en artículos con Xavier Donato) "enlightening" y "ergonomía cognitiva".
    Pues bien, este rollo viene a cuento de que se me ocurre la conjetura (seguro que nada original) de que la "belleza" podría entenderse como la tendencia de los sistemas cognitivos a preferir representaciones con una proporción óptima entre cantidad de información y ergonomía cognitiva; aquellos objetos, situaciones, etc., que alcanzaran un máximo relativo de esta proporción tenderían a ser preferidos por los organismos en igualdad de otras condiciones (o sea, ceteris paribus; mejor una comida fea y nutritiva que otra bonita y venenosa, vaya). Esto permitiría explicar tanto la relativa homogeneidad de los "criterios básicos" de belleza, como su diferenciación contextual que tanto le gusta a J.A., pero todo ello sin necesidad de asumir que esa combinación particular de información+simplicidad que tanto les gusta a los bichos de toda laya sea en especial una propiedad abstracta "más profunda", una especie de "belleza intrínseca y en sí". Sencillamente, los bichos que evolucionan con un sistema cognitivo tendrían la tendencia a preferirlo así para que su procesamiento de la información sea lo más eficiente posible, igual que también evolucionan de forma que tienden a hacer el uso más eficiente posible de la energía,

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    1. Jesús, me gusta tu respuesta, es más, sin haberlo sabido expresar, yo tenía esa intuición (o si se prefiere: esa querencia) de considerar así a la belleza, esto es, como una suerte de comprensión heurística

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    2. Jesús, completamente de acuerdo con tu hipótesis de que la "belleza" podría entenderse como la tendencia de los sistemas cognitivos a preferir representaciones con una proporción óptima entre cantidad de información y ergonomía cognitiva. En próximas entradas pensaba expresar eso mismo de otra manera (segurmanete menos bella para tus criterios, más "metafísica"). Resulta bello aquello que encierra la mayor pluralidad en la mayor unidad (o la menor unidad, como quieras). Ahora bien, ¿por qué reducir esto a las hipótesis empírcias? También en las reflexiones metafísicas las personas tienen a eso mismo. Segurmanete Bach pensaba mucho más en el sentido de la vida y en Dios, y sus oyentes también al oírle, que qué me podré comer más fácilmente. Otra vez no veo el por qué de este rebajamiento de las preguntas y los intereses humanos.

      Y dices: Esto permitiría explicar tanto la relativa homogeneidad de los "criterios básicos" de belleza, como su diferenciación contextual que tanto le gusta a J.A., pero todo ello sin necesidad de asumir ... una especie de "belleza intrínseca y en sí".

      Me parece, en le fondo, una contradicción. Si hay una razón "natural" para que ciertas cosas parezcan bellas, entonces hay propiedades bellas de las cosas. Ppor supuesto, necesitan el sujeto receptor adecuado, como cualquier otra propiedad, pero ¿cuál es la otra diferencia? La pájara del vídeo está tan naturalmente dispuesta y capacitada para ver bello el baile del macho como para ver azul su plumaje. ¿Qué más hace falta para que sea objetivo?

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  3. Juan Antonio,

    por retomar desde otro lado la crítica de que para entender (y disfrutar una obra NO basta su mera estructura formal):

    No sé si has hecho test de inteligencia. En estos, entre otros ejercicios, suelen aparecer cuadraditos con una diagonal cruzándolos y unas bolitas negras a un lado o a otro de dicha diagonal; al lado, siguiendo una secuencia, el mismo dibujo pero con más bolitas, otra diagonal, o los mismo elementos cambiados; al lado, manteniendo la secuencia, otro objeto similar y así un par de ellos más; finalemente, el reto de adivinar entre varias opciones cómo será el siguiente dibujito, pues bien, según se van complicando los ejercicios, en puridad, uno pudiera elegir varios dibujitos (y la posibilidad de elegir uno de entre una selección no hace sino obstruir esa exótica probabilidad) puesto que no hay forma apodíctica de sentenciar cuál es el siguiente dibujito, vamos, si uno apuesto por alguno de ellos lo hará realmente en virtud de considerarlo la opción estadísticamente más probable, lo cual no obsta, insisto, que esa correcta elección sea de carácter probabilístico y bien pudiera suceder que la serie tuviera una inesperada solución solo que hasta ahora no había sido convincentemente revelada, de hecho y en realidad, lo misma pasa pero hasta con los ejericicios más sencillos (de hecho y en realidad, otro tanto pasa con incluso las secuencias matemáticos como bien venía a decir el segundo Wittgenstein con su heterodoxa idea de que incluso el conteo de los números naturales era algo institucionalizado, o sea, deducido mediante inferencia estadística, como en los test)

    Pues bien, los eventos sonoros unidos secuencialmente entre sí, (como por ejemplo las notas que se hilvanan mediante una tensión tonal, y como han demostrado los estudiosos de la cognición musical, lo hacen mediante, lo hacemos, mejor dicho, mediante inferencia bayesian vía una adecuada exposición de esa música, o sea, la tonalidad (como el conteo o los test de inteligencia) es insitucional) y, cabe decir, lo mismo cualquier otra forma de narratividad

    En resumen, las estructuras artísticas NO son continuas en función de su intrínseca lógica formal sino de lo institucionalizado -i.e: canonizado- que estés sus transiciones de un evento a otro, después de todo, una obra artística, en realidad, no tiene naturaleza objetual, antes bien, lo que en realidad es, es una Acción Comunicativa

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    1. En el ejercicio de los cuadraditos, si realmente hubiese, en puridad, una completa indiferencia entre este o aquel, uno no podria elegir en virtud de considerarlo la opción estadísticamente más probable.
      ¿En virtud de qué lo eligieron los que eligieron primero y habrían ido haciendo más probable una opción? Es que nunca hay completa indiferencia, pese a Wittgenstein: hay que seguir siempre la ley más sencilla. Puede que no veamos cuál es, pero eso no implcia sino desconmocimiento.

      de la misma manera, el genio musical n oes el que tiene más perspicacia para avergiuar qué habrían votado la mayoría de sus antepasados o conciudadanos (que a saber entonces envirtud de qué eligieron) sino el que es capaz de ver la lógica interna de la obra. Esa lógica puede ser muchas veces mucho más interesante de lo que ha creído la tradición: por eso un genio puede hacer un desarrollo inesperadamente más lógico que el acostumbrado.
      Y, repito, no hay ninguna base para estadística, y menos todavía bayesiana.

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  4. Pero es que escoger la respuesta más sencilla es, de hecho, una heurística social (o natural) y no una obligación lógica del mismo modo que si nos dan a elegir qué bolsa de viaje llevar al coche escogeremos -si la educación no nos obliga a lo contrario- la menos pesada y por lo tanto si nos dan a elegir qué memorizar primero, por "ergonomía cognitiva", escogeremos aquella que tenga menor coste mental pero esto, insisto, es una cuestión socializada, mismamente, todos los posmodernos franceses sospecho disfrutan con los enrevesamientos más que con la simplicidad silogística, de hecho, esas diferentes preferencias entre mecanismos inferenciales se notan y mucho entre la corriente anglosajona y la continental, ¿o no?

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    1. ¡Claro que es lógica! La más simple. Esto es un criterio lógico.
      L oque pasa es que lo más simple no es siempre lo que más lo parece (porque deja fuera cosas que habría que explicar).

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  5. J.A.
    me alegro de que te guste.
    Ahora bien, ¿por qué reducir esto a las hipótesis empírcias?
    No, si lo que digo es que no lo "reduzco a eso", sino que lo elevo a una especie de principio cognitivo fundamental. Pero entendido como una CAPACIDAD BIOLÓGICA, seleccionada por la selección natural en distintas formas en cada especie, y con variaciones entre los individuos.
    .
    no veo el por qué de este rebajamiento de las preguntas y los intereses humanos.
    Es que lo que yo no veo es que eso sea un "rebajamiento" Sólo lo puedes considerar como tal si juzgas que yo estoy hablando EN EL NIVEL NORMATIVO, y obviamente no estoy hablando EN ese nivel, sino DE ese nivel.
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    Si hay una razón "natural" para que ciertas cosas parezcan bellas, entonces hay propiedades bellas de las cosas.
    No. Porque:
    1) la "información" y la "ergonomía" no tienen por qué tener una definición unívoca,
    2) Y MUCHO MENOS SU COMBINACIÓN (en general, habrá un "trade-off" entre ambas cosas: cuanto más información, menos ergonómico; hay sistemas que pueden propiciar ponderaciones en las que prime la información, y sistemas cognitivos que propicien OTRAS ponderaciones).
    3) Además, dada la falacia naturalista, se sigue que no podemos inferir del hecho de que la selección natural prime una cierta combinación de información y simplicidad, la conclusión de que QUIEN HA NACIDO O CRECIDO CON OTRA COMBINACIÓN EN SUS CRITERIOS ESTÉTICOS "está equivocado". Pasa lo mismo que con los espárragos: tal vez sea "mejor-para-mi-posibilidad-de-dejar-descendientes" que me gustaran los espárragos, pero eso no quiere decir que ES NORMATIVAMENTE MALO que a mí no me gusten.
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    ¿Qué más hace falta para que sea objetivo?
    Nada. Es que te empeñas en atribuirme la creencia de que eso no es objetivo. Pero claro que ESO es objetivo; lo que pasa es que ESO que es objetivo (que, dado como son ciertos seres vivos, actuarán así en vez de asá), no es lo que TÚ QUIERES DEMOSTRAR QUE ES OBJETIVO (no se qué criterios transcendentales).
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  6. Creo que no he insistido lo suficiente en que la importancia que tiene para esta discusión el que la "belleza" no sea UNA propiedad, sino una COMBINACIÓN de PROPIEDADES-GENERALMENTE-CONTRARIAS (en el sentido de que, estadísticamente, las cosas que tienen más de una de esas propiedades, tienden a tener menos de la otra o las otras).
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    Pongamos que las dos propiedades son "información" (I) y simplicidad (S), y que ambas cosas se pudieran medir (lo que no es así en muchos casos, de manera objetiva, quiero decir: se pueden medir, pero según muchos criterios DIFERENTES, y no hay un meta-criterio que diga cuál de los criterios es el necesariamente adecuado). La cuestión es que un objeto X vendría caracterizado por un vector (Ix, Sx); si otro objeto y es de tal manera que Iy es mayor que Ix y Sy es mayor que Sy, y será considerado más bello por cualquier sistema cognitivo (insisto, eso depende de la hipótesis INSUSTANCIADA de que es posible dar una medida objetiva de I y de S). Pero la mayoría de los objetos son tales que Ix es mayor que Iy mientras que Sy es mayor que Sx. ¿Es x más bello que y, o y más bello que x? Pues eso dependerá que QUÉ PONDERACIÓN den a I y a S cada sistema cognitivo: sistemas para los que I sea más importante que S, considerarán más bello x, pero sistemas para los que S sea más importante, considerarán más bello y. Entonces, ¿es y más bello que x "en sí mismo"? La propia DEFINICIÓN de belleza que estoy proponiendo muestra que, EN ESTOS CASOS, la pregunta no tiene sentido.

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